Manual del conductor: Está diseñado para que las personas tengan claro cuál debe ser la manera correcta de conducir o caminar, ahí encontraremos todas las normas y maneras correctas para conducir nuestra vida sin peligro. Para eso es el manual de manejo, para que nuestras vidas estén seguras y podamos llegar a nuestro destino sin daño alguno. Además, de poder disfrutar el viaje.
Ley de tránsito: Diseñada para penar a todo aquel que incumpla la ley, o sea a todo el que no haga lo que el manual dice que es correcto. Su función es aplicar sanciones a los conductores que no siguen los lineamientos requeridos por el manual de manejo. Muestra las consecuencias que tendremos al irrespetar el manual.
Nuestro manual, la Biblia, se sustenta de 39 libros del Antiguo Testamento; 27 libros del Nuevo Testamento; 1.189 capítulos, (929 del Antiguo y 260 del Nuevo); 31.102 versículos, 3.573 promesas y 430 bendiciones.
La ley de tránsito para nosotros se sustenta den condenación, muerte, llanto, sufrimiento e innumerables cosas más.
¿Se dio cuenta que el manual y la ley son diferentes? Cada uno tiene una función especifica.
Cualquier norma que incumplan del manual tendrá una infracción, lo importante aquí no está en cuánto conoce del manual, sino en conducir de manera alineada con las normas. Así que si siente que no está llegando a su destino, es porque seguramente va en contra vía, y no está dejando que los señalamientos de la Biblia, lo guíen en su diario vivir...