No hay nada más poderoso que una vida enfocada, ya que cuanto más enfocada esté, más impacto tendrá.
El capítulo sobre el éxito está en Génesis 24. La palabra "éxito"; se utiliza en cinco ocasiones diferentes. Es la historia de Abraham, ya que Dios le prometió a Abraham que sería el padre de una gran nación.
1. Determine su posición actual. (Gen. 24:1: Abraham estaba ya entrado en años, y el Señor lo había bendecido en todo.)
No podemos averiguar dónde queremos ir, hasta que sepamos dónde estamos ahora. Tenemos que conocer nuestra posición presente y actual.
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Hay dos preguntas que necesitamos hacernos. La primera es ¿Dónde estoy ahora? y la segunda es ¿Qué me gustaría cambiar?
Abraham pensó que se estaba haciendo viejo y que su hijo no tenía descendencia, así que pensó: ¿Qué me gustaría cambiar? Me gustaría que mi hijo tuviera una esposa, que se casara.
Es mejor que pongamos manos a la obra con las cosas que queremos hacer en la vida.
Tenemos que determinar primero nuestra posición actual para luego:
2. Describir exactamente lo que se quiere.
¿Qué quiero lograr en los próximos años? No sea superficial. Los objetivos superficiales nunca se cumplen.
Nunca se fije una meta superficial. Nada se convierte en realidad hasta que se haga algo específico. Tenemos que ser claros y convincentes. Para hacer eso necesitamos hacer cuatro preguntas:
¿Qué quiero ser? Eso es lo más importante.
Después, ¿qué quiero hacer? A continuación, ¿qué quiero tener? Luego, de lo que no tengo, ¿qué me gustaría tener en los próximos años?
Continuamos la próxima semana con más consejos.