La sonrizota de oreja a oreja que soltó Alex Rodríguez, un güila guanacasteco, de 13 años, cuando se sumergió en la piscina no tiene precio.
Alex, quien tiene un retraso psicomotor, jamás había estado en una piscina tan grande y eso lo tenía supercontento como lo demostró el pasado viernes.
Diez niños guanacastecos con diferentes discapacidades recibieron por primera vez su terapia de rehabilitación bajo el agua, gracias a la organización Cepia y al hotel JW Marriott Guanacaste, instituciones que se unieron para alegrarles el día y ayudar a los pequeños.
Pero no solo Alex estaba como hormiga en tapa de dulce, ya que Joselyn Moreno, quien tiene 13 años y sufre parálisis cerebral, le hizo el pique. Ella se sumergió por primera vez en su vida en una piscina y logró relajarse por completo, según nos contó su abuelita, doña Ingrid Apú.
Los menores reciben ayuda de CEPIA de manera permanente desde hace casi tres años. Ellos tienes discapacidades como hidrocefalia, parálisis cerebral, entre otros.
El objetivo de este proyecto es darles una mejor calidad de vida a los niños, mediante diferentes actividades y técnicas que les ayuden a mejorar su estado funcional físico y emocional. Se trabaja también la parte psicológica tanto con ellos como con sus madres, quienes son solteras en su mayoría.