Una perra y sus cinco cachorros de raza American Stafford conocieron de primera mano la crueldad humana al vivir encerrados dentro de un carro, sin ventilación, sin agua y bajo el riesgo de sufrir un golpe de calor por las altas temperaturas.
Los animalitos fueron encontrados en Concepción Arriba de Alajuelita y decomisados por Senasa, al corroborar las deplorables condiciones en las que vivían.
Se presume que los cachorros eran criados para ser vendidos, de acuerdo a la doctora Ileana Céspedes, coordinadora del Programa de Bienestar Animal de Senasa. Incluso, algunos testigos indicaron que dos pequeños ya habían sido vendidos.
Las altas temperaturas provocaban que la madre sacara su cabeza por uno de los focos del carro para tomar aire, lo que, según la doctora Céspedes, le generó lesiones en el cuello
Tras ser revisada por Senasa, se determinó que la madre se encontraba deshidratada, desnutrida y con una pérdida de grasa y masa muscular importante. Además, tenía las tetillas dañadas ya que probablemente los chachorros no eran alimentados debidamente y ella debía amamantarlos.
Según explicó Céspedes, el bienestar de los perros se mide del 1 al 5, siendo el 3 la condición ideal, mientras que la madre se encontraba en condición 1.
Las autoridades notificaron a quienes piensan que son los dueños de los animales sobre el proceso legal que deberán enfrentar, pero según la directora de Bienestar Animal, este caso no califica como un delito penal, pero sí de propiedad irresponsable, por lo que se aplicaría una sanción económica.
Bajo la nueva ley de Bienestar Animal, los propietarios podrían enfrentar sanciones de un cuarto y hasta medio salario base, o lo que es equivalente a ¢200 mil. Mientras que si se aplica la ley de Senasa las sanciones se elevan de 7 a 8 salarios base.
La familia perruna fue trasladada a la Asociación American Stafford Costa Rica para su atención. Los gastos de atención a los perros correrán por cuenta de esta organización.