Maureen Esquivel dejó la pena de lado y le pidió un regalo de bodas muy especial a la ministra de Justicia y Paz, Cecilia Sánchez: una noche completica con su marido Alonso Peña o una visita conyugal.
Alonso y Maureen se casaron este jueves 31 de agosto en la cárcel La Reforma, donde él descuenta 42 años, pero no hubo luna de miel.
La boda se dio en uno de los salones de La Reforma, pero ni siquiera pudieron tener la luna de miel como la habían pensado, tomando en cuenta la circunstancia del marido. Esquivel confesó que ambos desean una noche de boda.
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Resulta que la pareja tiene derecho a visita conyugal miércoles de por medio. Su primer encuentro a solas después de dar el sí sería el miércoles 6 de septiembre, pero se quedarán con las ganas de verse porque en La Reforma les dijeron que están arreglado los cuartos. O sea la pareja para esos días estará que araña paredes.
“La ministra ha sido de mucha ayuda. Nos colaboró con los preparativos y con permisos y pide siempre que nos colaboren porque nota a Alonso muy motivado. Yo, con toda la pena, le pido a ella que nos regale una noche o una conyugal”, dijo Maureen.
La Teja consultó al departamento de prensa del Ministerio para obtener una respuesta de Sánchez. Al cierre de esta nota, no habían respondido aún.
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Además, comentó que las visitas conyugales son de cuatro horas, pero que en La Reforma les están permitiendo nada más tres.
“Entiendo que quieren arreglar los cuartos y montar a todos en el rol de las cuatro horas”, dijo.
Esquivel añadió que en La Reforma se han comportado a la altura y les prestaron al menos una hora más el salón para poder celebrar la comidita que habían llevado el jueves, cuando se casaron.
“En la noche estuve feliz, tranquila. Ya habíamos pasado por lo que tanto esperamos, aunque un poco triste porque no llegó el pastor y era muy importante para nosotros. La idea es que en cualquier visita vaya y nos dé la bendición”, comentó Esquivel.