Una alimentación inadecuada e insuficiente hace más difícil la cicatrización de heridas. Una dieta equilibrada, variada y ajustada a los requerimientos de cada persona puede ser nuestra mejor medicina y la clave para la recuperación y la cicatrización de heridas.
Existen algunos alimentos que están más vinculados que otros en el proceso de cicatrización por los nutrientes que contienen, especialmente cuando se habla de vitaminas del grupo B, C y K y zinc, entre otros.
La vitamina C, además de ser un poderoso antioxidante que ayuda a combatir enfermedades degenerativas del sistema nervioso (cáncer y envejecimiento), ayuda a la cicatrización de heridas, quemaduras y encías sangrantes. También acelera la cicatrización posterior una cirugía. La vitamina C la podemos encontrar en alimentos cítricos como el limón, la naranja, la mandarina, la toronja, el chile dulce, las espinacas, la coliflor, la papaya, la zanahoria, el melón, las papas y el aguacate, entre otros.
La vitamina K está vinculada con el sistema de circulación de la sangre y se ha demostrado que ayuda a evitar las hemorragias que podrían provocar un hematoma (hinchazón anormal) lo que sería peligroso porque podría inhibir el proceso de cicatrización y favorecer la infección o abertura de la herida. La vitamina K la podemos encontrar en alimentos como los vegetales de hoja verde oscuro, hígado, aceites vegetales, tomate, alfalfa y cereales integrales.
La vitamina B1 (tiamina), la vitamina B5 (ácido pantoténico) y otras del complejo B han demostrado ser un factor importante en el proceso de cicatrización de heridas por participar en los procesos de crecimiento y desarrollo de células y tejidos. Se pueden encontrar en alimentos como las carnes, el hígado, la coliflor, en cereales integrales y las legumbres.