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Un bebé panda gigante nació el lunes en China, después de la unión de una hembra en cautiverio y de un macho en libertad, algo que por primera vez sucede, declaró la agencia de prensa oficial de ese país, Xinhua.
El bebé panda, de color rosa claro y más grande que una mano, nació el lunes por la mañana en la provincia de Sichuan (centro oeste de ese país).
Este animalito es fruto del emparejamiento, en marzo, de Cao Cao, que tiene 15 años en cautiverio, y un padre en libertad.
Con solo 471 pandas en cautiverio en el mundo, a finales de 2016, la especie corre peligro de consanguinidad.
Cao Cao, en cautividad desde sus dos años, fue puesta en libertad en marzo por un periodo de dos meses, con dispositivos de geolocalización y de registro alrededor de su cuello. Este material permitió saber que después de haber estado en celo el 11 de marzo, Cao Cao se apareó con un macho salvaje el 23 de marzo durante un minuto y 30 segundos.
El bebé panda pesó 216 gramos, sobrepasando el peso habitual que suele ser de 150 gramos para esta especie, gracias al buen apetito de su madre Cao Cao durante el embarazo.
Los pandas gigantes tienen la reputación de ser torpes durante el apareamiento: se considera que a los machos les cuesta discernir cuando la hembra está en el estado de ánimo adecuado y a menudo no saben qué hacer a continuación.
En el caso en el que se sientan compatibles, el acto sexual suele ser muy rápido para que la hembra sea fecundada. Además, esta última solo es receptiva dos o tres días al año a las insinuaciones masculinas, entre febrero y mayo.
Se cree que menos de 2.000 pandas gigantes viven aún en libertad, en tres provincias del centro sur de China.
En Francia, Huan Huan, una panda hembra prestada por China al zoo de Beauval (centro) espera bebes gemelos, reveló el martes una última ecografía antes del parto, previsto para el viernes o el sábado, anunció la dirección del zoo. El nacimiento de estos bebes pandas gigantes será una primicia en Francia.
