La modelo Adriana Corella ha mostrado en sus redes sociales como poco a poco va recuperando su vida, luego de haber estado presa un año y tres meses en Nicaragua.
Corella, de 26 años, estuvo en la cárcel al ser acusada de lavado de dinero y luego tras la sentencia del juicio, la deportaron a Costa Rica a finales de marzo pasado.
Después de toda la dura experiencia que vivió en el país pinolero, la alajuelense ha mostrado en su cuenta de Instagram como va retomando su vida.
"No me arrepiento de nada. Porque cada decisión que tomé fue porque quise.Los resultados buenos me alegraron y los malos me acercaron más a Dios", publicó Corella en Instagram el pasado 9 de julio.
La Teja le escribió varios mensajes desde hace varios días a Corella, pero no respondió.
Bien chineada
La modelo se animó a compartir en sus cuentas de redes sociales parte de las actividades de su vida diaria y los chineos que ha comenzado a darle a su cuerpo ahora que está en libertad.
El 31 de julio publicó una foto mientras estaba en el dentista realizándose un blanqueamiento.
Luego el 8 de agosto subió una imagen donde posa frente a un banner publicitario de una clínica de cirugía estética .
"Les cuento que estoy muy contenta porque me están consintiendo estos días", fue parte de la publicación.
Eso sí, no soltó detalles de qué tratamiento se estaba realizando.
En las imágenes que comparte se ve mucho más estilizada en comparación a como se veía durante su detención en Nicaragua.
La guapa publica muchas fotos profesionales en traje de baño, lencería y de algunos de los trabajos que realizó en el pasado.
Adriana hasta saca el ratico para responder y agradecer los comentarios que le dejan sus amistades y seguidores en las redes sociales.
Vivió una pesadilla
Corella fue ligada a una banda narco conocida como "El Cacique" que fue desarticulada el 3 de diciembre de 2015, y a la que la policía de Nicaragua le encontró droga y dinero.
La manuda era la esposa de Walter Pereira Castillo, supuesto líder de "El Cacique", quien se suicidó frente a Corella el día del allanamiento, en Managua, Nicaragua, al verse acorralado por la policía.
Durante el año y tres meses que estuvo en prisión cada vez que la tica se presentaba ante los tribunales para las audiencias fue noticia en Nicaragua y Tiquicia por lo sensual que se vestía.
No era para menos, Corella participó en Tiquicia de varios concursos de belleza y era un pegue en los desfiles de lencería.
En octubre del año anterior, el juez Octavio Rothschuh condenó a Corella a cuatro años y seis meses de prisión, lo que dio lugar a que se suspendiera su sentencia, pues el Código Penal de Nicaragua beneficia a reos extranjeros con penas menores a los cinco años de prisión y los expulsa de su país.