Hasta el perrito de Míster Fitz bailará en Dancing with the stars

Un perrito se moverá en la pista de Dancing with the stars este domingo.

Se trata de Clifford, la mascota de Fitzgerald Haney, exembajador de los Estados Unidos en Costa Rica, que será parte de la coreografía que montará el norteamericano junto a su familia en la competencia de baile.

El peludito estará en la pista ya que la producción de canal 7 planeó un programa muy especial para la gala de este domingo.

A las estrellas les dieron la oportunidad de bailar con una persona que sea muy importante en sus vidas.

Por eso Míster Fitz, como le dicen de cariño al diplomático, decidió invitar a su familia completica a la pista de baile.

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A él lo acompañarán su esposa Andrea Haney, sus cuatro hijos y la bailarina Lucía Jiménez. Como un plus extra, Clifford los acompañará en la bailada.

El perrito tiene año y medio y es el chineado de la familia.

"Lo que pasa es que un día lo traje a uno de los ensayos, hicimos un video y ahora todo mundo lo ama. Tiene más fans que cualquiera, es que es muy bonachón", contó Fitz.

La idea de llevar al Clifford a la gala fue de una persona de la producción.

"Yo dije que iba a llevar a toda mi familia, entonces alguien de la producción dijo: '¿Hasta al perro?' Y yo dije: '¿Me están hablando en serio?', me dijeron que sí, entonces acepté", dijo.

Aunque el perrito no va a hacer muchas maromas, se ha armado todo un vacilón con la participación.

Con buen ritmo

La familia Haney bailará a ritmo de hustle, algo que tiene en una pura contentera a Fitz.

"Me encantó que nos tocara ese porque es un ritmo que conozco muy bien y es de los barrios afroamericanos. Toda mi niñez lo disfruté muy de cerca, mi mamá y yo veíamos un programa los sábados, aprendí los pasos y los nombres de los pasos que son muy divertidos. Ahora más bien se invirtieron los papeles, yo le he tenido que enseñar a Lucía algunos pasos", contó entre risas.

La familia comenzó a ponerle bonito a los ensayos desde el miércoles.

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"Ellos (los hijos) están ansiosos, preocupados, con nerviosos, porque es muy diferente estar en la pista. Ellos solo dicen: '¿Por qué no hiciste esto o lo otro?, pero ahora que están en la pista saben que es difícil", expresó.

Celebrando la vida

Andrea Haney, esposa del diplomático, está en un pura felicidad desde que le dijeron que tenía que bailar.

"El año pasado estaba con quimioterapia y otros tratamientos para combatir el cáncer, entonces no podía hacer nada, no tenía energía y ahora puedo hasta bailar. Para mí este baile significa celebrar la vida. Sirve para demostrar que aunque se viva una pesadilla siempre hay que tener esperanza", comentó Andrea.

Ella reconoció que los ensayos estuvieron bien gracias a la paciencia y al enorme talento de Lucía, quien es la compañera de baile de su esposo.

"Lucía es una maestra excelente, no hay nadie mejor que ella, es muy dedicada y tenemos mucha suerte de que esté en nuestro equipo", manifestó.

Los Haney demostrarán en la pista que en familia cualquier reto, por más difícil que sea, se hace más liviano cuando lo enfrentan todos juntos.