Los guerreros de canal 11 tuvieron que enfrentarse el lunes en la noche a sus peores fobias en medio del programa.
Durante el reto "sorpresa" todos demostraron que le temen a algo y más de uno lloró, gritó y hubo algunos que por poco se descompensan del sustazo. Fue evidente que les tenían pánico a las serpientes, a las cucarachas, a los choques eléctricos y a las inyecciones.
Los presentadores del espacio, Italo Marenco y Tony Bertarioni, explicaron que la prueba la hacían para "ayudar" a los participantes a superar sus miedos.
Kimberly Soto, del equipo rojo, fue una de las que la pasó peor. Dice que ni pudo dormir del susto que se llevó al enfrentarse a los choques eléctricos, algo que detesta por una razón muy comprensible.
La guerrera nos explicó que esa fobia tiene un origen: un gran amigo falleció electrocutado hace 12 años.
Es algo serio
Los miedos de una persona no son tema de juego, como lo hicieron ver en el programa de Repretel.
El psicólogo Rafael Ramos piensa que la forma en que quisieron hacerles el favorcito a los muchachos en Guerreros fue "irresponsable y riesgoso". Explica que las fobias solo se curan a través de la terapia, no enfrentándolas de un golpe.
"En el caso de que la fobia esté asociada a una situación traumática es irresponsable (exponer a la persona) y podríamos decir que es riesgoso porque podría entrar en un ataque de pánico, llegar a altos niveles de ansiedad, a falta de aire y a estrés".
La consultamos si podría darles un infarto y dijo esto: "quizás no, pero sí puede llegar a desorbitar a la persona o darle descompensaciones".
Ramos explicó que el hecho de enfrentarse con aquello a lo que se le tiene tanto miedo sin tener la posibilidad de negarse, como se los hicieron a los competidores en Guerreros, puede llegar a ser muy traumático e, incluso, alterar los niveles de conducta y de agresividad de la persona.
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El experto recomienda tener mucho cuidado al tratar de vencer esos miedos y más cuando se tienen problemas cardíacos, respiratorios, tendencia a sufrir arritmias o problemas gástricos. Exponerse de forma inesperada a un miedo así podría tener consecuencias físicas severas.
"Les puede dar colitis, sufrir de vómito, tener sudoración, agresividad (como tirar patadas, manazos) y eventualmente pueden perder la cordura porque entran en un ataque de pánico. Difícilmente se podría llegar a un ataque al corazón porque normalmente la exposición a la fobia no es continua sino en un momento específico", dijo Ramos.
Ramos indicó que la única forma de superar un miedo extremo es ir poco a poco por medio de un proceso psicológico que se inicia en exposiciones cortas a aquello que genera la fobia. Se va poco a poco hasta que la persona supera la situación.
Aunque en Guerreros hay una prueba en la que el perdedor debe recibir un choque eléctrico, la "Mujer maravilla" (como le dicen sus compañeros a Kimberly) no ha podido superar su miedo y por eso contaba con un permiso especial para no hacerla.
"La hice los primeros días, pero después hablé con mi esposo (Rain, quien también es guerrero) de que iba a tener que renunciar porque no podía con esa prueba, por eso me dieron un tiempo. Mi hermano Andrey hasta me regaló un choque (aparato que da descargas eléctricas) para que practicara en la casa, pero no lo supero", señaló.
Kim contó que, de hecho, luego de enfrentarse a su fobia este lunes sintió la lengua y las manos dormidas de los mismos nervios que tenía. Antes del reto hasta se puso a llorar.
"Realmente lo hice porque es mi trabajo, por ayudar a mi equipo, pero mi fobia no la superé", explicó.
Agarrando valor
Su esposo, Rain Weiss, tuvo que enfrentarse a las agujas, que le dan pavor pues las inyecciones son su gran tortura.
El competidor del equipo verde contó que esa fobia la trae desde niño y que quizás lo más traumático para él fue cuando, hace dos años, tras meterse un clavo con herrumbre en una mano se tuvo que ir a inyectar por cinco días seguidos para evitar un problema de salud.
"Lo bueno es que la enfermera me hizo la vuelta de inyectarme con la aguja de bebé, entonces casi no la sentía, pero lo que no me gusta es esa sensación de sentir que me están perforando. Los que me conocen saben que no soy de inyectarme esteroides y esas cosas", dijo.
Mattia Masanes les tiene fobia a las culebras. Cuando llegó al canal le dijeron que iba a vencer todos sus miedos por esas bichas, entonces creyó que lo iban a poner frente a una sincejas, pero al momento de la prueba le fue bien.
"Ya habían pedido permiso para traer a los animales (al canal), entonces yo me la creí (que les iban a echar unas de verdad)", mencionó. Al final les tiraron unos mecates.