Españoles harán de las suyas con los toros de Zapote

El grito de ¡Puuuuerta! y el sonido de la trompeta ya están a punto de escucharse en el redondel de Zapote.

El próximo lunes 25 de diciembre arrancan las corridas de toros y entre las novedades de este año está la participación de cinco saltadores y recortadores españoles.

Se trata de los acróbatas César Grasa Royo, de Zaragoza; José Félix Urbina Larena, de Tervel; Andrés Bernadaus Villanua, de Zaragoza; Pablo García Benito, de Guadalajara y Alejandro Felipo Gracia, de Zaragoza, quienes vendrán a sorprender con sus piruetas y saltos.

De ellos, César Grasa es el único que ya se ha presentado en el país pues formó parte del grupo de acróbatas que trajo Repretel el año pasado como parte de sus atracciones. En esta ocasión, son traídos directamente por los administradores del redondel.

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Conversamos con Grasa, de 24 años, quien dice sentirse muy feliz de regresar a Tiquicia y de paso prometió dejar a más de uno con la boca abierta con sus demostraciones.

La tarde del 26 de diciembre será la primera presentación de los españoles, quienes se quedarán durante todas las corridas.

– ¿Qué impresión le dejaron las corridas de Zapote?

– Me gustó mucho la experiencia, la gente fue muy agradable, se portaron muy bien y se nota que les gustó mucho el espectáculo. En resumidas cuentas, viendo que las piezas se unieron y salió todo bien, pues hemos regresado este año y esperamos que todo el mundo acabe contento y disfruten de un buen espectáculo.

– ¿Qué tipo de espectáculo van a presentar?

–Andrés Bernadaus y yo saltamos (al toro) con la moto. No sé cuántos días vamos a hacer ese show, al cual nosotros le llamamos la moto torera, pero al menos dos días lo presentaremos.

La moto es una normal de motocross y lo único con lo que nosotros jugamos un poco es con el tema de las suspensiones, porque realizamos el salto con una rampa sobre el toro, pero luego no tenemos caída, caemos a la misma superficie del redondel. Entonces las suspensiones las debemos modificar un poco.

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– ¿Cuántos años de experiencia tiene haciendo acrobacias con toros?

– Yo comencé desde los 16 años y ahora tengo 24. Poco a poco vas avanzando, vas aprendiendo y bueno, al fin y al cabo llegas a este punto donde lo tienes casi como una profesión.

–¿Se dedica exclusivamente a esto?

– No, no, acá en España igual trabajo y estudio. Al día de hoy no me puedo dedicar de manera total y, aunque sí lo realizamos de forma profesional y le damos ese enfoque, no conseguimos aún la repercusión que tiene un torero español o un futbolista.

– ¿Qué lo hizo meterse en este tipo de deporte taurino?

– Bueno, es que aquí en mi localidad (Zaragoza), como en muchas comunidades de España, es toda una tradición. Yo lo conocía desde niño y bueno, poco a poco uno comienza a tener esas experiencias, esas vivencias y me producen unas sensaciones que en otro ámbito uno no puede conseguir, porque un toro es un animal que tiene mucho poder sobre las personas. Saber que con tu capacidad física y mental lo puedes superar te produce unas sensaciones que es difícil que otro deporte te las produzca.

–¿Alguna vez se ha llevado un buen susto con un toro?

– Bueno, grave, grave, no. Pero, por ejemplo, este año en Madrid, en las ventas (fiestas) tuve un pequeño golpe en el gemelo (en la pantorrilla) con uno de los cuernos del toro, pero solo fue un roce y gracias a Dios solo tuve una herida de 15 días, no fue nada grave. Tocamos madera para que no suceda nada y esto siga así.

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– ¿Qué le parecieron los toros costarricenses?

– Bien, aunque sí hay que puntualizar que tienen un comportamiento y un carácter diferente a los toros de lidia que tenemos en España. Algunos nos complican las actuaciones y lo que nosotros realizamos, pero bueno, siempre solventamos con diferentes formas si un toro no nos permite realizar un salto, siempre jugamos con lo que nosotros sabemos y con lo que podemos hacer.

–¿A qué se refiere con que tienen un comportamiento diferente a los toros españoles?

– Creo que ahí (los toros) son más pasivos, son un poco más parados (se quedan muy quietos). En cambio aquí el toro de lidia tiene mucho corazón, él en cuanto te ve ataca con mucha bravura y tiene un comportamiento muy de corazón, él va por ti y realiza un embestida con todo y eso nos facilita realizar un salto. Allá (en Zapote) lo que nos pasaba es que el toro se quedaban más parados, levantaban la cabeza, entonces, te dificulta sobre todo los saltos.

–¿Qué tipo de preparación deben tener para hacer este tipo de acrobacias?

–Durante todo el año tenemos una preparación física en el gimnasio, de resistencia y fuerza. Luego realizamos algún entrenamiento especial para las acrobacias que nosotros realizamos con los toros. Entrenamos con algunos toros que ya conocemos.

– ¿Qué dicen sus papás de este tipo de trabajo que usted hace?

– La verdad que sufren bastante, es algo que ellos entienden y que ven que a mi me hace feliz entonces lo respetan, igual me ayudan y me apoyan. Ellos ven que a lo mejor soy una persona que tiene cualidades, que otra persona no las tiene, para hacer algo. Como decimos aquí en España, tengo el don.

– Este año también le va a tocar pasar la Navidad lejos de su familia, ¿cómo hace?

– Es un poco triste, se pasa un poquito mal, te acuerdas de ellos, pero siempre estamos en contacto y hacemos videollamadas. Esa quizá es la parte más desagradable de trabajar en estas fechas, pero igual estamos encantados de ir a Costa Rica.