Hacerse con la camiseta de Neymar ha sido este viernes en París el gran trofeo del día. Para ello, centenares de seguidores del club francés colapsaron la tienda oficial de la entidad, en la Avenida de los Campos Elíseos.
“Venimos expresamente de Eure (norte de Francia) para comprar la camiseta. Lo decidimos anoche a la una de la madrugada”, explica sonriente Nicolas Viger, de 34 años, y seguidor del PSG desde 1987.
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“También la pequeña tiene su uniforme”, continúa Viger en referencia a su sobrina adolescente, que –como él– porta la elástica con el 10 del flamante fichaje, por la que han pagado 100 euros.
Pese a los empujones y la algarabía, lo de este viernes frente a la boutique del club se ha convertido, sobre todo, en un evento familiar.
Charlie Ombel, jubilado de 72 años y tocado con una gorra del club parisino, se ha acercado a los Campos Elíseos acompañado de sus nietos. Para este “seguidor del club desde hace 40 años”, que en su casa guarda “uniformes de varios equipos”, el 10 de Neymar “era una obligación”. “Tengo la de Pelé, la de Ronaldinho y ahora la de él”, celebró.
La chema “simboliza, además de un nuevo jugador, un nuevo espíritu”, estima por su parte Eric, parisino de 40 años e informático de profesión, que confía en que su equipo, tras la llegada del internacional brasileño, ponga en práctica un juego “más creativo y ofensivo”.
Aunque la mayoría de compradores eran hombres, también hubo muchas mujeres que buscaban hacerse con el uniforme, como Jennifer, de 29 años y también de Euro, que “ha conducido hasta París” para comprarle a su hija de cuatro años la camiseta del delantero. “Ya tenemos entradas para el partido entre el PSG y el Lyon del próximo setiembre”.