El pasado 13 de febrero, el entrenador nacional Marvin Solano, quien publica su columna todo los viernes en La Teja, hizo una especie de profecía al hablar sobre la llegada del técnico español, Benito Floro, al equipo de Liga Deportiva Alajuelense. A continuación compartimos lo que escribió Solano en su columna y la cual tituló: El Míster.
Vivimos en un país bendito con una naturaleza bella y extraordinaria, montañas, playas, el verde en todas sus tonalidades imaginables y los celajes que descomponen los atardeceres.
La personalidad de nosotros los ticos tiene que ver con algo con eso del descomponerse en tonalidades porque hemos sido capaces casi de tocar las estrellas con Franklin Chang de grandes cosas como la participación del Mundial Brasil 2014 venciendo a los que parecían invencibles, echando filibusteros de nuestro país y haciendo grandes descubrimientos científicos como don Clorito Picado. Claro que también tenemos lo otro, un país lleno de bombetas, acomodados, chupamedias, de alfombras y una alta tendencia al malinchismo.
Claro ejemplo de esto se da con la llegada del director técnico español Benito Floro a nuestro país. Pareciera que en las entrañas de muchos ticos queda aquella idea de esperar un salvador de pelo rubio, blanco y ojalá de ojos azules que aparezca por el mar para salvar a nuestro pueblo. Con esto de los tiempos modernos podría llegar más bien por los aires.
Y con este suceso vienen las alfombras, la pleitesía, el caer rendido a los pies.
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Escuche en los “90 minutos por La Vida” decir algunos que ya se veía la mano del técnico español y en un partido donde cayeron jugando en casa ante Santos se dejaron decir cosas como que ya se veía el futbol moderno de la Liga, con jóvenes talentosos que pondrían a una afición a soñar, con mucha confianza, que solo la inexperiencia de los jugadores de los liguistas contribuyo a la derrota. Increíble, fueron superados por los “veteranos” santistas Bryan Morales, Eder Solórzano, Wilmer Azofeifa, Rigoberto Jiménez, Raymond Salas, entre otros.
Que hubiese sucedido si el debutante fuese un técnico nacional, ¿Habrían dicho lo mismo? ¿Estarían tan encantados con esa forma de jugar, tendrían tantas esperanzas o saldría el entrenador de turno silbado y a punto de ser sacrificado y muchos pidiendo la destitución inmediata?
Oh acaso no recordamos en épocas recientes como fue cuestionado el técnico más ganador en las últimas décadas con la Liga Deportiva Alajuelense, el señor Oscar Ramírez. Cuestionado de principio a fin. Claro no hablaba con zeta tampoco le decían “profe” ni siquiera “Don Oscar Ramírez”, era “Machillo Ramírez”