Ninguno de los últimos siete técnicos de Alajuelense logró pasar más de un año en el banquillo, la guillotina les cayó antes de que pudieran calentar el campo.
Salvo el caso de Óscar "el Machillo" Ramírez, quien estuvo por cinco años en las tiendas erizas, la inestabilidad en el banquillo ha marcado a los liguistas en esta década, todos jalan más rápido que ligero por uno u otro motivo.
La misma inestabilidad la ha sufrido el nuevo el entrenador rojinegro Rubén Israel, quien en sus últimos equipos salió antes de tiempo; en la mayoría de sus aventuras lo acompañó su amigo y preparador físico Nicolás Dos Santos.
En esta década el uruguayo ha estado en seis equipos y una selección (El Salvador), casi que un club por año, justamente el periodo de tiempo por el que lo contrataron los manudos, dos torneos, todo el 2018.
Ambos, institución y entrenador desean que esa tendencia se acabe de una buena vez y trabajar juntos durante bastante tiempo, ojalá, al calor de los títulos.
"Nosotros por suerte hemos terminado los ciclos en los equipos en que hemos estado y en muchos casos se han terminado con mucho éxito, pero aún exitosos los ciclos son ciclos, el tiempo varia. No sé qué irá a pasar aquí, pero generamos un contrato en el que en la redacción del mismo, la parte económica no obligue a ninguna de las dos partes, si nuestra relación debe existir, que exista porque nos hacemos bien mutuamente", explicó Israel.
El charrúa fue muy sincero al decir que llega a la Liga más por una ilusión futbolística que por dinero.
"Firmamos un contrato de caballeros en el que nos queremos hacer bien las dos partes y ojalá estemos muchos años juntos, pero con la opción de terminar el contrato sin que exista obligación alguna. Mi agradecimiento por estar en este país vale más que el dinero", agregó.
El presidente erizo Fernando Ocampo, destacó que lo sedujeron el currículo de Israel y su experiencia de 22 años en los banquillos, además, que es un técnico que sabe bien lo que es ser campeón. En Paraguay alzó seis veces el título con el Club Libertad, mientras que en Ecuador lo fue una vez con el Barcelona en el 2013.
"Son dos profesionales no solo de gran trayectoria sino de un compromiso espectacular hacia el trabajo, con dos días de estar por acá ya dieron una muestra de su profesionalismo, son el complemento perfecto para un esfuerzo que se viene haciendo para mejorar el equipo", indicó el jerarca manudo.
Algo que dejó claro Israel, es que no quiere ser esclavo de los errores que ha cometido el club en el pasado, eso es harina de otro costal.
"El fútbol es presente, todos vivimos de las alegrías diarias y la presión es parte de este juego, no he venido a esta institución por lo que no ha hecho o no ha podido hacer en estos años anteriores, vinimos para hacer algo nuevo, diferente", indicó el charrúa.