La sonrisa que tenían los florenses con Pérez Zeledón el domingo pasado, en el estadio Rosabal Cordero, se apagó gracias al zurdazo de un volante generaleño.
El pepino de Jeykel Venegas, con el que los guerreros del sur sacan ventaja (1-0) en el juego de ida de la final tiene al Herediano al borde del abismo.
Los generaleños dejaron esta noche alma, vida y corazón en la cancha.
No cabe duda que los rojiamarillos que celebraron los goles isidreños en el cierre de la cuadrangular, deben estar muy serios en este momento.
Ya no les debe hacer gracia a los florenses tener a Pérez Zeledón de rival, ya que les salió más respondón de lo que esperaban.
Mucho esfuerzo tendrá que hacer el cuadro de Hernán Medford para darle vuelta a la serie este sábado (8 p. m.) en su casa.
Y es que el equipo de José Giacone no se guardó nada desde el arranque de la mejenga.
LEA MÁS: "Saprissa no está desarmado, está desarmadísimo"
Con el acelerador hasta el fondo, Pérez no le dio chance al Team de irse al ataque con tranquilidad.
Porfirio López por poco sorprende al minuto 10 con cabezazo que salió ligeramente desviado.
Ese fue el aviso de lo que pasaría al minuto 15, en una jugada de tiro de esquina que Keyner Brown despejó hacia el centro. La bola le quedó a Jeykel, quien se acomodó y sacó un misil de zurda que se clavó en el marco de Daniel Cambronero.
Cambro ni la vio pasar, había mucha gente al frente suyo y cuando se dio cuenta la bola estaba en el saco.
Con un gol a favor y en estadio lleno, no había más que ponerle bonito como lo hicieron los del sur.
Cambronero se convirtió en figura del Herediano porque si no fuera por él, los locales pudieron haber celebrado tres golcitos más.
La más clara de los visitantes fue cuando Elías Aguilar hizo una jugada a lo Messi y se quitó a cinco rivales, lo único que no hizo parecido al argentino fue definir, pues la centró pero no había nadie que definiera.
Defensa a muerte.
En el segundo tiempo claramente Medford mandó a su equipo a empatar y Pérez Zeledón empezó a defender a muerte su golcito.
Porfirio fue clave para que la ventaja se mantuviera, porque no lo pasó nadie.
Lamentablemente, López es baja para el Pérez en el partido definitivo porque sumó su quinta tarjeta amarilla.
Los guerreros pudieron aumentar el marcador al 55, pero el palo les negó el gol, cuando Álvaro Sánchez remató de zurda; y luego cuando Luis Carlos Barrantes fusiló, pero el portero florense volvió a volar.
Al final los de casa terminaron fundidos, defendiendo más con corazón que con otra cosa.
Buen negocio para el Pérez no solo en la cancha, sino en taquilla, pues el llenazo les dejó más de ¢30 millones y muchas camisetas vendidas.
Habrá que ver el sábado si los heredianos vuelven a pelar el diente, sino la próxima vez lo pensarán dos veces en celebrar los goles del rival.