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Nuevo jugador de Alajuelense es un luchador

Din John Arias ha sido árbitro y hasta pizzero para ganarse la vida

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Din John junto a su madre Yery Álvarez. Adrián Soto. (Adrian Soto)

Los manudos tendrán que  irse acostumbrando al nombre de Din John Arias, el volante que sería presentado este jueves 20 de abri por el equipo erizo como uno de sus refuerzos por los próximos dos torneos.

Arias llega procedente del Municipal de Pérez Zeledón, donde jugó los últimos tres torneos cortos, pero su rumbo cambió hace semana y media  cuando lo contactaron los dirigentes rojinegros.

Arias, quien es vecino de Hatillo centro, ha tenido que  pulsearla bonito para salir adelante, de hecho, solo terminó la escuela y nunca asistió al colegio porque le tocó bretear para ayudar a su familia, conformada por su mamá, Yery Álvarez, y sus hermanillos,  Charlotte,  Yendry,  Tatiana  e Isaías. 

Sus primeros pasos en el fútbol   los dio a los 13 años con  el equipo Danilo Balmaceda Blynky Balón, en  Hatillo. "Él es un señor que tiene equipitos de barrio y ahí siempre jugué como delantero. Cuando  fui creciendo, unos señores  me llevaron al Proyecto San José 2000, que tenía el nombre de la Liga, y luego hicieron un  equipo aparte llamado Juventud Deportiva. Decidí jugar con ellos y  ahí empecé a jugar como volante creativo", indicó Din.

A los 20 años, Din llegó a las filas del equipo de Barrio México, en la segunda división, club en el que se mantuvo por dos años y fue entrenado por Hugo Viegas, quien un tiempo después le cambió la realidad a este pulseador, a quien le tocó sudarse la chaqueta cuando salió del equipo mexicanista.

"Me fui (del Barrio) y  me dediqué a trabajar  con un amigo en una pizzería de Hatillo, donde tenía que hacer la masa,  las pizzas y atender a los clientes. Luego empecé a arbitrar en partidos de  ligas menores, en el Colleya Fonseca, por lo que le pedía  la moto prestada a mi amigo. Recuerdo que me pagaban ¢15 mil o ¢12 mil por partido y  en eso me llevé un mes", recordó.

Luego de su salida  del Barrio México y mientras la pulseaba en otros bretes, Arias nunca perdió la esperanza de volver al fútbol, de hecho iba a correr para  mantener la condición física.

"Tenia  la fe en Dios  de que se me  iba a dar una oportunidad en otro lugar. Me enteré que Hugo (Viegas)  preguntó por mí y le mandé un mensaje, así que él me hizo el favor de hablar con Mauricio Wright para hacerme una prueba cuando ellos estaban  dirigiendo en Pérez Zeledón, club en el que estuve año y seis meses", cuenta Arias, quien se caracteriza por su hablar pausado y  educado.

Irse al Valle de El General fue toda una experiencia para el volante, primero porque nunca había estado en la zona , y porque le tocó aprender a cocinar.

Din dejó grandes amigos en Pérez Zeledón. José Cordero (Jose Cordero)

Tras  la eliminación generaleña, el domingo anterior, y su regreso al Valle Central para ligarse con Alajuelense, Din aprovechó para agradecer a  todas las personas que lo ayudaron en el sur del país.

"Extraño las amistades que dejé allá, a  doña Cecilia, a sus hijos y  sobre todo a  los compañeros del equipo", añadió el futbolista, quien estuvo ayer en la tarde en el Morera Soto, su nueva casa.

De su llegada a Alajuelense nadie sabía nada en el equipo generaleño y fue hasta el lunes cuando  se dio a conocer la noticia, por lo que hasta el técnico isidreño,  José Giacone,  lo felicitó  y le aconsejó que aproveche la oportunidad. 

Din  tiene amistad con el volante Kenneth Cerdas, quien también es de Hatillo. Además confesó que tiene una muy buena impresión del técnico erizo, Benito Floro.

 "Espero aprender mucho de él y de las personas que lo rodean", señaló Arias, quien es soltero y no tiene hijos.

Aunque está claro que su salario será superior al que ganaba en Pérez Zeledón, Din Jon  no piensa invertirlo  en lujos, sino en su familia. Él no tiene carro, así que se  traslada en bus  para ir a entrenar.

Lo primero que quiere hacer  con esa plata es arreglarle la casa a su mamá y cuando pueda llevarla a ella y a sus hermanos a comer algo rico en un restaurante.

"En mi familia están felices  con  la oportunidad que Dios  me ha dado. De pequeño le iba mucho a la Liga,  me gustaba ver los tiros libres de Joseph Miso", agregó Arias.

  • Veces al día en que revisa el Facebook: tres o cuatro veces.
  • Monto más alto pagado por un recibo de celular: ¢12.100.
  • ¿Cómo prefiere que lo llamen?   Din John, siempre me ha encantado el nombre porque es único
  • ¿De niño le hacían bromas por el nombre?  Sí, me decían que era  un nombre chino o me decían "Dindon", cosas así. Aunque en la escuela solo me llamaban John, no sabían mi nombre completo.
  • ¿Qué nombre y número quiere ponerle a su camiseta en la Liga? Me gustaría que diga Din y usar el 11, es un número que siempre me ha gustado.
  • ¿Algún temor?  Quedarme sin mi familia.
  • Comida preferida:  los espaguettis son mi especialidad, me gusta  licuar  los tomates,  ponerle salsitas y echarle olores.
  • ¿Algo que lo haga enojar? Me enojo muy poco, pero me enojo cuando pierdo.
  • El juguete que siempre quiso de niño y no pudo tener: una pista de carros Hot Wheels.







Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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