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La derrota de Alajuelense en el clásico dejó en el equipo un panorama a la medida de Halloween. Lo que pasa la Liga es de terror. Puro Transilvania.
En Alajuela nadie puede pegar un ojo. El fantasma del 29 sigue suelto y mete miedo. Este domingo quedó claro en el estadio Saprissa, en cuyas gradas se vieron más fantasmas que nunca y que hasta se dieron el taco de bailar. Estaban en su charco frente a un León moribundo con toda la pinta de que quedará fuera de la cuadrangular por segundo torneo consecutivo. Ya huele a cala.
La Liga de Wílmer López es sétima en el campeonato, con apenas 21 puntos. Una posición que le para la peluca a cualquier alajuelense.
El equipo manudo está que da miedo con su rendimiento. Acumula cinco derrotas consecutivas en este torneo de apertura y asusta a todo el mundo... menos a los rivales. Hacía ya 75 años que el León no perdía cinco veces seguidas.
En la Cueva los fantasmas se les aparecieron a los manudos y los atormentaron por más de 90 minutos desde todas las graderías.
Quedaron pálidos los erizos viendo el 29 por todo lado (hasta en globos). Si no lo creen, pregúntenle al lateral Kurt Frederick, quien –estando solitico– en vez de despejar el balón que centró Daniel Colindres lo metió en su propia portería y puso a ganar al Saprissa. A Wílmer se le paró el pelo. Chunche Montero vio que su equipo bailaba con la más fea (no como él en Dancing) y los liguistas en el estadio y en la casa sudaban frío.
Tal vez lo mismo le pasó a Patrick Pemberton en el segundo gol. Al rato y un espíritu chocarrero le corrió el marco hacia la derecha para que Mariano Torres aprovechara el hueco que quedó y anotara.
Sábana bien cuidada
Uno de los muchos fantasmas que llegaron este domingo al Saprissa habló con La Teja. Dijo de entrada que está más vivo que nunca porque la dirigencia y los jugadores rojinegros lo alimentan un día sí y el otro también.
"Este fantasma no va a dejar de aparecer por lo menos hasta dentro de unos cuatro o cinco torneos más", amenazó el fantasma griego que se adueñó del cuerpo de Julio Solano.
Solano anda asustanto liguistas desde hace casi tres años. Cuenta la leyenda que nació un año después del último título erizo, en diciembre del 2013. Saquen cuentas. Este blanco personaje lleva rato deambulando por las gradas.
"Esto es solo el principio, aquí los liguistas salen bien asustados, los vamos a dejar sin clasificación. Y no es tanto lo que ha durado este fantasma, sino lo que va a durar más, la Liga no tiene por dónde", explicó.
Dice Julio que su traje pasa siempre bien guardadito y cuidado. "No dejo ni que se me ensucie ni nada, es un regalito para la Liga todos los partidos", confesó.
En un puro llanto
Al estadio Alejandro Morera Soto ni los cazafantasmas quieren ir. La cosa está fea. Si se arriman al rato les pasa lo mismo que a los expertos de los que hablamos hoy en nuestra página 2.
Nadie sabe qué hacer en la Liga, nadie tiene respuestas para espantar este espíritu del 29 que les para el pelo desde hace casi cuatro años.
El Pato López trata de asustar a sus jugadores que, de por sí, ya probablemente andan en alitas de cucaracha (o, más bien, de murciélago).
"El tema de las separaciones de jugadores no se ha tocado a fondo, pero se pueden dar, es algo posible, cuando pasan estas cosas, así es”, dijo el técnico manudo cuando terminó la mejenga como en son de amenaza.
El presidente erizo, Fernando Ocampo, se metió en la casa de los sustos desde noviembre del 2016 y no ha tenido paz desde entonces.
"Hay que estar calmados, nos está faltando la capacidad de reaccionar ante las circunstancias del partido que se ponen difíciles. Ya la junta directiva tiene una serie de decisiones tomadas, hemos estado conversando con el cuerpo técnico y la gerencia deportiva pero estamos esperando el momento oportuno", explicó Ocampo.
Huele a corta de jupas, algo que siempre mete miedo, pero no siempre es la mejor solución. Recordemos que a Benito Floro lo llevaron a la guillotina y el León sigue tan cadáver como cuando lo dirigía el español.
"El miércoles tenemos una final en Pérez Zeledón, que es un rival directo. La Liga tiene que ir a ganar, quedan quince puntos y hay margen de error. No nos sirve ni el empate, hay que enfrentarlo con la responsabilidad", indicó el presi manudo.
"En este momento lo que toca es concentrarse en el partido del miércoles, (los jugadores) tienen que levantar la cabeza y sacar la garra y el coraje, el equipo se lo debe a la afición", agregó.
Quizás también sea bueno que saquen una cabeza de ajos o un limón partido en cruz para exorcizar a los fantasmas y demás monstruos que ahora se dan la gran vida en las cabezas de los manudos.
