EscucharEn Puriscal vive y juega la abuela más mejenguera del país y se llama Flor Sánchez Pérez.
Doña Flor es todo un ejemplo en la zona, pues a sus 63 años se la juega bonito en el equipo del barrio los Ángeles, al que pertenece desde hace 10 años.
"Toda una vida he jugado mejengas. Soy madre de tres mujeres y tengo un nieto, mis hijas también juegan al fútbol", comentó la abue futbolera.
Yorleny, Alejandra y Shirley, son las herederas de la pasión del fútbol de Sánchez, ella las involucró en el deporte y juegan en el mismo equipo.
"Ellas y yo nos vemos como amigas y compañeras, en la cancha cada una en su puesto damos el todo por el todo para luchar por el triunfo", comentó Sánchez.
"Entre nosotras no existe rivalidad, todas las muchachas del equipo me apoyan si yo estoy en banca y me deben meter, igual pasa cuando yo estoy en la cancha y me toca salir para refrescar el equipo, salgo y le doy todo mi apoyo, más que soy la abuela y debo ser ejemplo para todas estas lindas atletas del balompié femenino", agregó orgullosa Flor.
La abue es pieza fundamental, ya que juega de volante y le toca surtir a las compitas del ataque.
"Desde ahí (la media cancha) yo les colaboro para poner a las delanteras a trabajar y que puedan desafiar a las defensoras contrarias. Aunque no es mucho, he podido disfrutar de las mieles de meter la bola en la red contraria en dos ocasiones", contó en una pura felicidad.
