EscucharA Horacio Esquivel le queda apenitas el apodo del Constructor, ya que en cada torneo tiene la misión de rearmar al cuadro de Limón FC.
Al técnico limonense le toca bailar con la más fea cada semestre, al darse la salida de sus principales figuras, quienes jalan a otros equipos tentados por mejores condiciones económicas.
A pocos días de comenzar su quinto torneo corto con la Tromba y, a únicamente dos juegos de dirigir su encuentro 100 con los caribeños, Esquivel afina detalles para poder acudir al nuevo certamen con un plantel que mantenga un rendimiento similar al alcanzado en las anteriores temporadas.
“A comenzar de nuevo... otra vez”, expresó el director técnico de Limón que, al igual que en los anteriores arranques de temporada, se vio forzado a rearmar el plantel tras la tradicional desbandada de jugadores que vive el equipo al finalizar una campaña.
Esquivel, como es su costumbre, salió a buscar a los novatos que eventualmente reemplazarán a las estrellas salientes.
En esta ocasión, cinco figuras dejaron el equipo (Michael Barrantes, Yuaycel Wrigth, Erick y Miguel Marín y el goleador Erick Scott). Además, perdió a Albin Bennett por lesión y todavía no se aclara la situación de Shein Brown, quien aún no firma.
Limón además, prescindió de los servicios de Joseph Centeno y Kendrick Pinnock por razones técnicas.
“El arranque de temporada nunca es fácil para nosotros. Ya sabemos lo que siempre hay que hacer. Aquí cada seis meses se debe conformar un nuevo grupo o por lo menos buscar como engranar cuatro o cinco nuevos jugadores. Posiblemente solo hubo una temporada, como la pasada, donde pocas figuras abandonaron, por lo que solo tuve que incluir a Erick Marín y a Scott (Erick), que había vuelto”, dijo.
Pese a todas esas limitantes, Limón FC alcanzó clasificar en dos de los cuatro torneos y en las otras dos quedó fuera por pocos puntos de diferencia.
“En los anteriores cuatro torneos pude haber descubierto y llevado a la Primera División a no menos de 23 jóvenes. Desdichadamente, algunos no pudieron consolidarse porque la institución que represento no cuenta con las condiciones óptimas para retenerlos y darles seguimiento”, lamentó Horacio.
Muy buen ojo
La nueva búsqueda de valores se desarrolló a lo largo de cuatro días, período en el que Esquivel observó a cerca de 80 jugadores por jornada.
“Esta es nuestra única posibilidad de conseguir reemplazos porque el club carece del presupuesto necesario para contratar jugadores consolidados. La dicha es que en nuestra provincia siempre hay valores y a mí nunca me ha pesado darles oportunidad”, explicó.
Esta vez seleccionó a 20 talentos y luego redujo la lista a 12, de los cuales cinco entrenan con el primer equipo.
Para el torneo que se avecina, Limón no solo perdió el 90 % de su capacidad ofensiva con la partida de Scott y Wrigth, sino que también se resquebrajó una columna vertebral que había costado armar, especialmente por el centro de la defensa.
“Nos toca reconstruir la estructura principal. Empezar de nuevo con lo que hay. Buscamos un nueve que quizá lo hayamos encontrado en un venezolano y ya tenemos al central”, agregó Esquivel.
El puesto de central recaerá en el brasileño Wálter Ventura, quien podría hacer pareja con el colombiano (Mauricio Rivas) que regresaría al equipo. Además, el venezolano Víctor Pérez funcionaría como creativo.
Incluso, Limón registra el regreso de Andrey Francis.
“Lo estamos viendo, ha estado haciendo fútbol. Pienso que nos puede ayudar si las lesiones no lo vuelven a castigar”, reconoció Esquivel.
Entre las nuevas figuras destaca Dylan Tejeda, hermano de Yeltsin; Jurgen Sequeira, de 16 años y exseleccionado menor nacional, así como Kisner López, Berlington Rose y Resly Smith, quienes provienen de Cahuita, Cocles y Pueblo Nuevo, respectivamente.
“Aún contamos con Dexter (Lewis), con Peterkin (Jeikol), Kareem (McLean), Espinoza (Alexánder), Perea (Luis), Marvin (Esquivel), Greivin (Méndez) y Devon (Green), entre otros”, recordó el técnico caribeño.
La aspiración de Esquivel es clasificar, un objetivo que siempre se propone indiferentemente a la nómina de jugadores que tenga bajo su mando.
“Estamos para competir. Pienso que en casa vamos a seguir siendo fuertes y si uno gana el noventa por ciento como anfitrión y de visita un cinco o diez por ciento, se vuelve a meter en la cuadrangular.
“Seguiremos practicando el mismo estilo de juego de tenencia de balón, de tocarlo de pie a pie, aunque trabajamos en un nuevo modelo para competir de visita y que espero nos dé buenos frutos”, agregó.
