Escuchar"Venir al Saprissa ha sido la mejor decisión de mi carrera", así de contundente fue el defensor Henrique Moura para definir cómo se siente en el Monstruo.
El pasado 6 de julio, cuando el zaguero fue presentando como jugador tibaseño, indicó que no venía a ser uno más, ya que quería escribir su nombre en el gran libro morado. De momento Moura, de 26 años, va muy bien encaminado.
Poco a poco se acostumbra a la vida en Tiquicia, al punto que en el camerino ya se manda palabras como mae, tuanis o pura vida, que poco a poco ha ido adaptando a su vocabulario para poderse defender.
Al inicio fue un toque rudo para el defensa, ya que el primer mes sudo tacacos para "masticar" un poco el idioma y las costumbres, pero parte de su compromiso con el equipo era adaptarse rápidamente y si quería ser un líder tenía que comunicarse bien con sus compas.
Ahora, Moura entiende cualquier conversación, indicación o frase. En tres meses habla un español que muchos brasileños o portugueses no ha podido aprender tras muchos años de vivir en el país.
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"Todavía estoy aprendiendo y me falta mucho porque apenas tengo tres meses acá. Me mantengo estudiando, hablando con mis compas y voy perdiendo la timidez de conversar en otro idioma, ahí voy", comentó Henrique.
El espigado defensor, de 1,89 metros, ha convertido el camerino morado en su aula de estudio, ya que ahí aprovecha para soltar la lengua y practicar la pronunciación.
"La comunicación con los compañeros en la cancha es buena y nos entendemos sin problema", destacó el brasileño para reafirmar que con el español no tiene bronca.
Desde que llegó al Saprissa, Moura asumió el papel de líder y este domingo en el duelo ante Guadalupe FC lo demostró al ser la voz cantante en algunas reuniones dentro del campo de juego.
"Me gusta mucho hablar con los compañeros, así como escucharlos, ya que los líderes y capitanes deben ser los que tomen primero la palabra. Me siento seguro y con confianza para decir lo que pienso", dijo orgulloso.
La confianza en el sudamericano se nota desde el banquillo, dado que es el jugador del Saprissa con más minutos en este torneo, al acumular 717 en nueve jornadas. Solo se perdió el duelo de la jornada siete ante Grecia, ya que tuvo que cumplir un juego de castigo por salir expulsado ante la Liga.
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Moura siente que ha ido convenciendo a la afición morada de que no es un paquetazo y que les puede ayudar mucho. Incluso, ahora es uno de los jugadores a los que más le piden fotos y autógrafos.
"Cuando llegué acá había un poco de desconfianza por mi fútbol, pero con el tiempo y los partidos voy ganándome su confianza. Cada día trabajo más duro para adaptarme En mis equipos en Brasil siempre fui muy regular, casi nunca me pierdo juegos, de hecho la expulsión que sufrí contra la Liga fue la primera de mi carrera", indicó.
En cuanto al gallo pinto, la música y el pura vida, Moura confesó que se siente a gusto y que se va acostumbrado a vivir en Tiquicia.
