El inquieto volante rojinegro Din John Arias está sobresaliendo en medio de las dudas y las broncas manudas, un detalle que la afición eriza no ha dejado pasar por alto y que se lo reconoce desde las gradas.
John resultó ser bastante pícaro, porque se atreve a tirar una gambeta, manejar la pecosa con confianza y no le tiembla el pulso para encarar al rival en el uno contra uno. Sin duda, su fútbol le está dando resultado al jugador de Hatillo.
El momento complicado que vive la Liga, el cual se refleja en el bajo rendimiento de varios de sus jugadores, no ha alcanzado a Arias, quizá porque su ilusión por jugar y la confianza que le tiene el técnico Benito Floro lo tienen inyectado.
La vida para el menudito mediocampista, de 24 años, no ha sido sencilla, ya que proviene de una familia muy pulseadora de los barrios del sur y hasta pensó dejar el fútbol en algunas ocasiones para ir a buscar brete y ayudar a su familia.
"Yo hice las ligas menores acá, estuve hasta los 19 años, luego duré un tiempo sin jugar ya que la familia pasaba momentos críticos y me puse a trabajar. Ahí solo jugaba con el Blynky Balón un equipo en Hatillo que tenía una tercera división", explicó el muchacho.
Danilo Balmaceda, dueño del equipo en el que jugaba Arias, lo ayudó a pasar a un cuadro de segunda división, pero dado que la paga era muy poquita tuvo que abandonarlo y ponerse a chambear de nuevo.
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Para su fortuna, el técnico Mauricio Wright y Hugo Viegas le abrieron las puertas del Municipal Pérez Zeledón para el torneo de Verano 2016, club en que jugó año y medio antes de pasar a la Liga este semestre.
"Jugar en la Liga es una alegría, pero también una responsabilidad muy grande, ya que es una institución seguida por mucha afición, así que me toca dar lo mejor por ellos", destacó.
Din John es, junto a Seemore Johnson, uno de los dos refuerzos liguistas para esta temporada que ha jugado los tres partidos que lleva su cuadro, así que por el momento le va puras tejas.
Ante Grecia y Santos entró como variante para meterle un poco de picante a ataque del equipo. Frente a los guapileños se notó que ingresó enchufado y ante el Herediano, el domingo pasado, tuvo su primer partido como titular.
"Yo trato de hacer mi juego y estoy muy agradecido con la confianza del cuerpo técnico. Me ha dicho (Benito Floro) que haga lo que yo sé, que explote eso", comentó Arias.
El volante ha vivido en carne propia el dicho: "El que quiere celeste, que le cueste" y por eso es tan consciente que tiene que ponerle mucho porque su carrera no ha sido fácil.
"Yo sé bien que las cosas cuestan, porque vengo de una familia muy esforzada. Mi madre me ha enseñado a luchar y ahora que tengo una oportunidad en esta institución tan grande no la puedo dejar pasar", destacó.