David Ramírez maduró a punta de palo, el atacante morado se dio cuenta que su actitud no lo llevaría a ningún lado, se puso las pilas y ahora goza de la titularidad y del cariño de la afición saprissista.
David Ramírez maduró y está gozando de la buena vibra de la afición morada.
Cuando en mayo Saprissa anunció su regreso al equipo para el torneo de apertura los saprissistas no hacían buena cara, pero el delantero a punta de goles y esfuerzo en la cancha se ha vuelto a ganar el cariño de todos.
Incluso su técnico, Carlos Watson, está impresionado por el avance que ha tenido el famosos Chicharo.
"Fuera de la cancha es uno más, todavía David no asume liderazgo, pero ha cambiado mucho, muchísimo su actitud frente al entrenamiento, responsabilidad en el camerino, respeto a sus compañeros, tiene un cien de nota hoy", explicó Watson.
"Es joven y está aprendiendo, su paso por Europa le ha servido muchísimo, dichosamente va creciendo, si no se va del país en un par de años asumiría otro tipo de protagonismo dentro del camerino", agregó Tío Carlos.
Dejó el relajo
David tuvo que socarse la faja y ponerse las pilas para no perder más oportunidades en el fútbol.
Su paso por el Moreirense de Portugal, terminó de enseñarle a valorar más las cosas que tenía.
"He tenido experiencias no tan bonitas que me han ayudado a crecer bastante, tengo una familia que me ha ayudado bastante a madurar y a valorar mucha cosas que antes no valoraba, en este momento me siento muy tranquilo, madurando cada vez más y la verdad estoy supertranquilo, el equipo me ha ayudado muchísimo y contento por lo que se está haciendo en la cancha", confesó el delantero.
Ramírez no quiso profundizar en el momento específico que tomó la decisión de cambiar y el porqué lo hizo, pero cualquiera que haya sido el motivo, los saprissistas lo agradecen.
"He cambiado muchos hábitos, he sentido el cariño de la afición y eso me ha ayudado muchísimo a mejorar, a ser mejor persona y mejor jugador. Hábitos como descansar bien, comer bien, intentar tener una buena relación con la afición y darlo todo partido a partido" comentó.
"Antes no me importaba tanto o creía que no era importante, en el momento que decidí cambiar todo eso me he demostrado a mi mismo que es sumamente importante porque da energía y fuerza para entrenar y he venido aumentando el nivel, me siento contento y vamos por buen camino", agregó.
El morado suma siete goles en trece partidos (907 minutos disputados) y está cerca de alcanzar su mejor temporada donde hizo 10 pepinos en 27 mejengas.
"Estoy disfrutando el día a día y cada momento con el equipo; la verdad es que desde que llegué he sentido una buena vibra, me he sentido bastante bien, los aficionados me han respaldado y eso me tiene muy contento, lo único que puedo hacer es darlo todo en el partido, entregarme al máximo y dedicarle los goles a ellos que son los que me tienen aquí", indicó.
El Chicharo lucha por ser campeón con Saprissa, pero también busca su revancha en el extranjero, pues a corto plazo le gustaría volver al Viejo Continente donde hasta ahorita no la ha pegado.
Además, quiere meterse entre las opciones de Oscar Ramírez para la Copa del Mundo de Rusia el próximo año.
Borró su mal historial
Antes de su regreso, los recuerdos que tenía la afición de Ramírez no eran los mejores, y eso a pesar de que en diciembre del 2015 el Monstruo, con su famosa generación de "princesos", quedó campeón.
A David se le recordaba más porque desde el 2013 empezó a sumar actos de indisciplina, como la sanción de tres partidos que le metieron por insultar a la afición rival en Limón a la hora de celebrar un gol, contra Belén también festejó haciendo gestos inapropiados y tuvo un pleito con Ariel Rodríguez después de un partido contra el Real Estelí de Nicaragua.
Además en un juego de Liga de Campeones, Ronald González lo castigó mandándolo a las gradas por algunos inconvenientes que tuvieron; hay que sumarle el cruce de palabras con Erick Lonnis y otros cuantos problemitas.