No voy a opinar sí Óscar Ramírez debe o no jalar de la Sele, solo describiré lo que muchos apasionados del fútbol vieron en las dos fechas Fifa de fin e inicio de semana.
Observé equipos trabajados, con fútbol vistoso, claro orden en las cuatro fases del juego: defensa, ataque, ofensiva tras recuperación de balón y defensiva tras pérdida.
Todo un espectáculo ofrecieron Argentina y Nigeria, lo mismo sucedió en el duelo Rusia-España, con golazos de los anfitriones, Colombia se dio gusto desbaratando a China, sin embargo, los asiáticos trataron bien la bola, atacaron, remataron. Japón-Brasil fue otro bonito duelo, y otro de gran nivel el empate a dos entre Francia y Alemania.
A donde quiero llegar es que en, absolutamente todos los juegos amistosos, se vio fútbol, nos llenamos los ojos, nos deleitaron ganadores, perdedores y hasta entre los que empataron.
Pero qué vergonzosas, qué ridículas fueron las presentaciones de Costa Rica, no por perder, si no por la forma en que lo hizo. Ralos en defensa, en los pases, más ralos aún en ofensiva. Nunca creamos una opción de gol. Fuimos al primer mundo a mostrar el fútbol artesanal que creíamos superado por lo hecho en Brasil 2014.
¿Eso es lo que vamos a llevar a la fiesta más importante del fútbol, Rusia 2018? Por lo mostrado en este 2017 pareciera que sí.