El delantero, Jurguens Josafat Montenegro Vallejo ha luchado hasta contra el hambre para alcanzar su sueño de ser futbolista.
La jornada 19 del Torneo de Apertura 2017 será recordada por siempre por el pulseador cachorro manudo, pues ante Liberia tuvo sus primeros 13 minutos en la Primera División.
Jurguens nació el 13 de diciembre del 2.000, en el Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas y en su corta vida siempre ha tenido que luchar para salir adelante.
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Tras su debut espera seguir sumando minutos y triunfar en la Liga para así echarle una mano a su familia, vecina de Fray Casiano de Puntarenas.
“La verdad para nosotros siempre ha sido difícil, porque a veces pasan dos o tres días y no tenemos que comer porque a mi mamá, que ayuda en casas haciendo el oficio, no la contratan y pide prestado y a veces le dan y otras no. Mi padrastro es pescador y se va a su trabajo uno o dos días para traernos algo”, comentó el joven deportista.
Jurguens, quien ahora vive en Villa Bonita de Alajuela, creció en Fray Casiano, un barrio de bajo recursos, en una casita de tres cuartos y nada más, donde las limitaciones estaban a la orden del día.
"Ya tenemos electricidad y otras cosas más, gracias al esfuerzo de mi mamá y de mi padrastro", contó la promesa manuda.
"Hasta hace poco pudimos conseguir una cama para cada uno", confesó el joven delantero.
Jurguens es el menor de cuatro hermanos y espera algún día poder ayudar más a su familia.
“Yo en la Liga no tengo salario y vivo en la casa de Greivin Zamora, a él la Liga le paga para que yo viva ahí, por alimentación y para que me de los pases para el bus”, dijo.
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Por lo complicado de su situación también tuvo que hacer un alto en sus estudios, pero el próximo año Alajuelense se encargará de que termine el cole.
"Hice la escuela completa en la de Fray Casiano, pero no pude pasar del primer año en el Liceo de Chacarita por la misma vara de la plata, porque en mi casa no había plata para pagar los buses y cualquier cosa que me pidieran, y además por vago, porque me iba a jugar fútbol" ,comentó con sinceridad el adolescente manudo.
La salvada de Montenegro es que todo el barrio puntarenense le está mandando muy buena vibra.
"Me dicen que no afloje y que siga para adelante para que algún día pueda ayudar a mi casa”, dijo el erizo.
Tarde inolvidable
El domingo fue un día inolvidable para el cachorro, quien por poco sale con gol, pues pegó la pecosa en el palo con un remate de zurda.
“Yo le agradezco a Iván Luqueta, porque cuando me vio nervioso habló conmigo y me dio muy buenos consejos que me sirvieron de mucho cuando pude entrar, además, en la cancha MacDonald me dio la mano y me dijo que lo hiciera con todo y sin miedo", recordó.
La falta de dinero hizo que Jurguens debutara sin ningún familiar en el estuche .
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“Yo quería que estuvieran mi mamá y mis cinco hermanos, pero eso de la plata nos sigue haciendo falta y ellos no tuvieron dinero para venir a verme, pero espero que pronto puedan acompañarme”, explicó el cachorro que se ve tiene instinto de león.