Al empezar esta temporada Benito Floro se enfrentó a una pregunta bien ruda: ¿Apostar a un torneo que cada vez se le pondrá más rudo o buscar el título que la afición exige y demanda desde hace casi cuatro años?
Al parecer el técnico español tiene clarito que la afición manuda comprendería si no logra ganar la Concachampions, pero no le perdonarían un año más sin levantar el título en Costa Rica, por eso puso todas sus cartas en el torneo local.
¿Por qué? El campeonato tico es el objetivo que le trazaron sus jefes y al que se comprometió a conseguir en mediano plazo (menos de un año), en cambio la Liga Concacaf es un campeonato que se topó por invitación en mayo, antes de lo que tenían proyectado los erizos para volver al plano internacional.
Entre dar la vuelta olímpica ante Saprissa o Herediano, o apenas clasificar a un torneo donde ya están esos dos rivales y en el cual también se toparán rivales complicadísimos como los mexicanos, la elección parece fácil.
Además, siendo campeón nacional se asegura un pase directo a la Concachampions, en cambio si de nuevo le va como un quebrado, se queda sin torneo internacional, sin el ansiado título 30 y con toda la afición encima.
Clara señal
Para el partido ante el Olimpia de Honduras en suelo catracho, el cual perdieron 2-0, los liguistas solo tenían tres bajas por sanción o lesión: Patrick Pemberton, José Andrés Salvatierra y Luis Sequeira.
Sin embargo, Benito no solo sustituyó a estos tres jugadores, sino que tiró un cuadro alternativo que en poco coincidió con el que usa en el campeonato nacional.
Entre el partido ante los catrachos y el del Santos del domingo pasado, Alajuelense realizó cinco cambios. En la visita a Honduras dejó por fuera a José Luis Cordero y Allen Guevara, dos de sus fichas estelares y cuidó a Kenner Gutiérrez para no arriesgarlo.
Ante los guapileños, Benito sacó el que se interpreta como su equipo estelar, el mismo que uso en el arranque ante Grecia, donde solo se ausentó Sequeira por lesión.
A la dirigencia liguista también parece gustarle más esta idea y saca caja por los ocho partidos invictos en el torneo nacional que tiene Floro, frente a una posible eliminación en la Concacaf.
No pasa nada
Para el entrenador y analista Julio César Bustos, si la Liga queda fuera de la Liga Concacaf no va a pasar nada con Benito, cosa que si podría suceder si se la vuelve a pelar en Tiquicia.
"Salvo algunos aficionados molestos y medios de comunicación que les interesa que la Liga siga en Concacaf, no va a significar mayor cosa si quedan fuera en esta ocasión, yo creo que los objetivos del equipo son otros.
"Él le apuesta al torneo local y no quiere repetir errores. Floro se dio cuenta que el campeonato pasado perdió la clasificación en los primeros cinco partidos, donde solo hizo un punto, por eso ahora tomó precauciones. Si su equipo en esta ocasión llega a ese momento (cinco partidos) con diez u once puntos, va a estar satisfecho", explicó Bustos.
Lo que el analista piensa es que la oportunidad en Concacaf le llegó antes de tiempo a los manudos, por lo que está trabajando a nivel local para llegar a ese torneo con más fuerza y el respaldo de un campeonato.
"Él (Benito) piensa en la Concacaf a futuro, a este torneo no le está dando tanto peso, se vio que prefirió cuidar el partido ante Santos que no podía perderlo por lo que significaba, que ir con todo a Honduras", destacó.
Para Bustos, si a los erizos les ponen en una mesa el título de campeón nacional y de la Liga Concacaf, pudiendo ganar solo uno, él se mandaría por la ansiada corona 30.
"Dios guarde Saprissa o Herediano se lleven otro campeonato, el liguista ya está harto de ver eso y pienso prefiere frenar esa situación y después llegar a Concacaf de manera más directa, como si lo hicieron estos rivales", apuntó.
En la balanza y el tiempo se demostrará que terminó siendo lo más importante.