La mejenga en la que la Tricolor podría lograr la clasificación a su quinto Mundial, tiene a los ticos como locos, por lo que nos les importó madrugar este sábado para intentar comprar el boleto que les permita ver en vivo y a todo color el juego contra la Honduras de Jorge Luis Pinto, el próximo el viernes 6 de octubre a las 8 p. m., en el Estadio Nacional.
Familias de distintos sectores de Tibás y Heredia, por ejemplo, empezaron a hacer fila en las afueras del Servimás del Mas x Menos de Tibás, para ser de los primeros en conseguir las entradas para esta crucial mejenga.
Venta de entradas para Costa Rica - Honduras en Tibas . pic.twitter.com/qOE4y4PYAa
— Satélite Deportivo (@satdep23) September 23, 2017
"Me levanté a eso de las dos de la madrugada para poder estar tempranito en la puerta de este negocio y así poder comprar boletos para la familia", explicó Miguel Araya Sancho.
Este vecino de San Isidro de Heredia se la jugó bonito al madrugar porque al las tres de la madrugada ya estaba en la línea de partida para comprar su entrada.
"Me acosté a las once de la noche y puse el despertador a las dos de la mañana, así que apenas sonó me tiré abajo y sin comer ni un gallito me vine soplado con mi carrito y gracias a Dios todo estuvo bien a la hora de hacer la compra". dijo Sancho.
No obstante, don Miguel tuvo que ponerse águila con unos vivazos que intentaron colarse.
"Algunos revendedores que ya estaban por aquí empezaron meter gente delante de uno y entonces les advertí que si querían meter colados que se fueran a otro lado, porque delante mío nada que ver", contó el Araya Sancho.
Mensaje para Pinto
"Yo lo agradezco a don Jorge Luis Pinto lo que hizo con la selección en Brasil, pero el último cartucho aquí no le va a funcionar y probrecillo porque vamos a ganar. Creo que en esta ocasión no irá al Mundial", le dijo Miguel Araya al técnico de la escuadra hondureña.
David Ramírez, quien es vecino de Tibás, también tuvo suerte ya que no tuvo que madrugar tanto como otros para conseguir su boleto.
"Me levanté a las 4:45 de la mañana y salí de mi casa a las 5:30 más o menos, junto a mi amigo Marco Paniagua, que es uno de los siete con los que voy a asistir al estadio", comentó Ramírez.
David agregó orgulloso que todo lo planeado salió como lo esperaba, por lo que ahora solo le queda esperar a que llegue el día de la mejenga.
"Ese día, como ya tenemos las entradas en la mano nos vamos para el estuche a las cinco de la tarde y esperamos que la selección salga a ganar y no se confíe con un empate porque tenemos que dejar por fuera a Pinto, que nos dio mucho, pero ahora es nuestro rival", explicó el tibaseño.
Greivin Soto Salas es otro que abrió los ojos temprano para llegar a las tres de la mañana al Servimás de Tibás. Él le contó a La Teja que cuando llegó ya había unas señoras durmiendo en la pura puerta del negocio.
"Como las señoras estaban ahí, me acomodé cerca de ellas junto a mi suegro y a mi hermano Diego Soto Salas, por cierto que los dos nos levantamos desde las 2:30 de la madrugada para llegar aquí a las tres porque vivimos cerca de Tibás", dijo el fanático.
El fiabrazo comentó que no había razón para perderse este duelo ante los catrachos porque existen dos motivos importantes para pegarse la madrugada.
"Primero porque es el juego en el que vamos a clasificar a Rusia y segundo porque desde ya le digo a Pinto que no sueñe con ganar porque todos los ticos vamos al estadio a poyar con todo", contó Diego.